Llegó la circunvalación, lo que al principio iba a ser un gran varapalo, al final nos hizo crecer, se hizo la reforma del 2000, pasando a tener 26 habitaciones y conseguir la categoría de Hostal dos estrellas. A partir de ahí se incrementó el trabajo, más eventos, empezamos a trabajar con los “Grupos” (Autobuses con viajeros que pasan el fin de semana alojados y visitando alrededores), se hicieron las primeras bodas, los eventos como bautizos, comuniones, comidas de empresa, etc,. se multiplicaron…, había trabajo para todo el mundo y bien remunerado, la gente volvía a salir a gastar con alegría, las “ligas” se hacían interminables, no solo aquí, en todas partes en general. Fueron buenos años, la demanda era muy superior a la oferta, nos faltaba sitio, pusimos una carpa de unos 100 m2, con su aparato de aire, lámparas de forja, suelo de madera y expositor de helados, estaba colocado desde lo que hoy es la puerta de recepción hasta el comedor actual, a partir de ahí, estaban los servicios y un gran patio interior con mesas, billares, dianas y el recién adquirido parque infantil, toda una novedad en la zona. La carpa funcionó de maravilla, pero aún nos faltaba espacio por tanta demanda, conseguimos buenos contratos con proveedores, buenos rappels, y empezamos a planear la gran obra que vendría después. Aunque resultaba una gran inversión, la velocidad con que estabámos progresando, evolucionando, económicamente no nos hacía temerla, de hecho empezamos a acometerla sin préstamos.